Refugiados. Cáritas Europa critica la "falta de voluntad política para revisar el modelo económico"

MADRID
SERVIMEDIA

Cáritas Europa hizo hoy un llamamiento a los jefes de Estado y de Gobierno de la Union Europea, con motivo de su cumbre extraordinaria, a que “pongan humanidad y solidaridad en la mesa de negociaciones” y alcancen una “estrategia común” para solucionar la crisis de los refugiados.

Cáritas insta a los mandatarios a “reconocer que Europa no está afrontando una ‘crisis de migración’ sino, más bien, una crisis social, económica y política de grandes proporciones que está empujando a la pobreza a millones de personas en toda Europa y dejando en el limbo a cientos de miles de inmigrantes y refugiados”.

“Tantos años aplicando medidas de austeridad centradas en desmontar los Estados de bienestar en Europa han conducido a los países miembros a un nivel de incapacidad para absorber y responder a la relativamente baja cantidad de personas que están llegando a Europa”, señala la organización humanitaria.

Para Shannon Pfohman, directora de Incidencia Política de Cáritas Europa, “las 477.906 personas que llegan son apenas una gota en el océano de 500 millones de ciudadanos. Europa, además, es una de las regiones más ricas del mundo, lo que hace esta situación más absurda".

A juicio de Cáritas, el obstáculo actual está en “la falta de voluntad política para revisar el modelo económico vigente y para cambiar el objetivo de la austeridad”.

“Sin austeridad”, afirma, “es probable que los Estados miembros respondieran de manera diferente a esta crisis, ya que la solidaridad se está convirtiendo en una rareza en Europa. Los países serían capaces de proporcionar a los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo los servicios necesarios y la calidad de las condiciones de acogida que se esperan de Europa”.

Cáritas Europa considera que los Gobiernos europeos deben abordar un enfoque orientado en cuatro ejes para afrontar esta crisis: desarrollar una estrategia común basada en la responsabilidad, la solidaridad y la confianza; abrir vías de entrada seguras y legales hacia Europa; asegurar una acogida que garantice la dignidad humana y las condiciones de vida saludables de las personas; y garantizar la paz y el desarrollo en los países de origen y de tránsito hacia Europa.

(SERVIMEDIA)
23 Sep 2015
JRN/pai