Por ello, pidió en un comunicado al Gobierno de España y a los partidos de la oposición aumentar en 100 millones de euros la ayuda humanitaria para atender las necesidades de quienes sufren las consecuencias de conflictos como el de Siria.

Además, prosiguió, dentro de la Unión Europea, España “debe mantener el compromiso de acoger a 15.000 refugiados e instar a otros países a hacer lo mismo, aunque esta cifra deberá revisarse y adaptarse según el número de refugiados que lleguen, así como el presupuesto comprometido”.

Dentro del Consejo de Seguridad, España debe poner todos sus esfuerzos diplomáticos en la resolución de la guerra en siria, “ya que sin paz, la gente no dejará de huir de sus países”, destacó.

“Quienes están viviendo una crisis sin precedentes son los millones de personas que han huido de la violencia en Siria y deben luchar cada día por encontrar protección, refugio y alimentos", señaló Andy Baker, responsable de la respuesta de Oxfam a la crisis en Siria.

Por ello, advirtió de que es necesario mirar con perspectiva el número de refugiados que llegan a Europa, e hizo un llamamiento a los Estados más ricos para que ayuden a la población refugiada y a las comunidades más vulnerables que viven en los países que hacen frontera con Siria, “donde realmente se siente una creciente presión migratoria”.

la población de Europa es al menos 100 veces mayor que la del Líbano y su economía 400 veces más grande, y aun así, este pequeño país acoge a más del triple de refugiados de los que han llegado a Europa a lo largo de este año.

Baker recordó que la mitad de las 400.000 personas que en 2015 se embarcaron en el peligroso viaje hacia Europa son sirias. Frente a eso, la mayor parte de los cuatro millones de refugiados viven en campos informales o casas alquiladas en países fronterizos con Siria, como Jordania o el Líbano, donde las infraestructuras y los servicios están al límite de su capacidad.

"El apoyo de la opinión pública europea a los refugiados ha sido, sin duda, un punto de inflexión”, prosiguió, y “ha obligado a los responsables políticos a tomar medidas muy necesarias con respecto al asilo”.

“Esto supone una ayuda vital, aunque para socorrer de verdad a estas personas se necesitan rutas legales y más seguras hacia terceros países, un aumento significativo de la ayuda humanitaria y un esfuerzo concertado para acabar con la terrible violencia que asola Siria y que está provocando esta catástrofe humana", agregó Baker.