En declaraciones a la prensa tras reunirse con el ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, López señaló que “en tanto que sociedad y administraciones públicas”, las universidades “debemos también dar una respuesta solidaria y organizada” a un hecho “de trascendencia histórica”.

“Tenemos el compromiso social e histórico” de hacerle frente con solidaridad, “seriedad y sentido de integración”, recalcó, y esto “no se consigue con buenas formas, sino trabajando de forma coordinada”.

Por eso, la CRUE ofreció su colaboración al Ministerio de Educación, que ya se ha reunido con las comunidades autónomas, y este jueves mantuvo encuentros con miembros del Consejo de Estudiantes Universitarios del Estado (Ceune), la Coordinadora de Representantes de Estudiantes de Universidades Públicas (Creup), Fundación Entreculturas y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur).

La ronda de contactos continuará la semana que viene, en la que el ministro abordará el asunto con el Consejo Escolar del Estado. La previsión es crear un grupo de coordinación para la integración educativa de los refugiados, en el que podrán participar todos los agentes consultados para conocer las distintas medidas que se pongan en marcha.

Según López, las universidades se han ofrecido para agilizar los procesos de homologación y equivalencia de títulos (en especial de cara a la colaboración de profesores que ya lo eran en sus países de origen) y para habilitar plazas en sus residencias universitarias.

También le han expuesto al ministro algunos problemas de tipo normativo que pueden surgir, ya que es probable que muchos refugiados lleguen sin documentación y sin posibilidades de acreditar su nivel académico.

Con todo, López señaló que la universidad española tiene mucho que aportar en cuanto a información, enseñanza de español a extranjeros, formación de docentes, etc.

De todas estas medidas ha tomado nota el ministerio, que asimismo trabajará con las comunidades autónomas en la contratación de intérpretes de árabe para ayudar a los refugiados en su lengua de origen, acelerar los procesos de admisión escolar y ofrecer una atención personalizada a los escolares.