Arnés hizo estas declaraciones ante la Subcomisión para el Pacto de Estado en la Sanidad del Congreso de los Diputados, donde compareció para analizar la situación actual del mercado farmacéutico y la posición de la industria.

“La sanidad pública española no es cara, pues el esfuerzo que dedicamos a financiar la sanidad es bajo, ni insostenible, pues las tasas de crecimiento del gasto sanitario público son abordables. Es cierto que el nivel de dotación de recursos económicos es claramente insuficiente y que resulta urgente aumentar el volumen de fondos, por lo que incluso corrigiendo ciertas ineficiencias seguirá siendo necesario aumentar la dotación de recursos financieros al sistema sanitario público en el corto plazo”, aseguró.

Según Arnés, a pesar de la escasez crónica de recursos financieros de la sanidad española, existe un margen de mejora de la eficiencia del sistema. “Eso no significa que a medio plazo exista un problema estructural de sostenibilidad en nuestro sistema, más allá de tensiones financieras derivadas de la crisis económica y la baja dotación de recursos”, aseguró.

El director general de Farmaindustria también se refirió al crecimiento del gasto farmacéutico público en España, asegurando que “no se trata de un problema de precios de los medicamentos innovadores”, sino que se debe a un mayor incremento del número de recetas, debido desde a “factores poblacionales que escapan al alcance de los decisores políticos, hasta a cuestiones institucionales como las condiciones de la prestación farmacéutica”. A este respecto, abogó por poner en marcha medidas que permitan una racionalización del consumo de medicamentos.

En su comparencia, Arnés también se refirió al proceso de transferencia de competencias a las comunidades autónomas y puso de manifiesto que ha supuesto “una mejora para la sanidad pública, aunque los costes de coordinación sean a veces importantes”.

En este sentido, destacó que “existen diferencias en el acceso a los servicios sanitarios por parte de los ciudadanos de distintas comunidades autónomas que pueden generar situaciones de inequidad y falta de cohesión, y a las que debe darse respuesta”.

Por ello, se mostró partidario de que el Pacto de Estado en Sanidad se dirija principalmente a garantizar la cohesión, equidad y calidad del SNS, aunque también a corregir determinadas ineficiencias.