El retraso de la publicación del calendario se atribuye, en parte, al desconocimiento sobre la fecha exacta en la que se producirán las elecciones generales y la consiguiente disolución previa de las Cortes.

Fuentes parlamentarias consultadas por Servimedia denuncian el uso partidista de la institución por parte del Gobierno al tiempo que critican que desde la Presidencia del Congreso no se haya cerrado el calendario de sesiones plenarias y sólo se haya fijado, como se hizo antes de verano, el pleno para debatir y aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2016 que arranca este lunes.

Según la ley, desde el decreto de disolución de las Cortes Generales y de convocatoria de elecciones generales hasta la propia jornada electoral deben transcurrir 54 días. Atendiendo a que el Ejecutivo baraja elecciones en diciembre, el trabajo parlamentario cesaría a mediados de octubre por lo que es hasta esa fecha cuando el PP puede hacer uso de su mayoría parlamentaria para aprobar sus iniciativas antes de que acabe la legislatura.

Normalmente, en septiembre, como si se tratara del curso escolar, los diputados reciben el calendario para todo el periodo de sesiones de manera que conocen las semanas en las que habrá Pleno en la Cámara, así como las vacantes.