Debido a la constante “internacionalización” de las relaciones familiares “en una Europa unificada”, el Gobierno dio luz verde este viernes a que España se sume a este convenio europeo, que tiene su origen en la tercera Conferencia Europea sobre los Derechos de la Familia, celebrada en Cádiz en 1995 bajo el título ‘El derecho de la familia en el futuro’, según informó este viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores.

Entre los principios comunes que busca establecer este convenio en los Estados firmantes, se encuentra la necesidad de que las autoridades judiciales alienten la mayor frecuencia de las visitas transfronterizas de los menores y se aumente la confianza de todos los interesados en que los niños y niñas serán devueltos al finalizar dichas visitas transfronterizas a sus familiares, ofreciendo medidas de protección eficaces y las garantías suplementarias necesarias.