Así se desprende del estudio ‘Planes estratégicos europeos de seguridad vial. Propuestas de acción en España’, elaborado por la Fundación Mapfre y presentado este miércoles en una rueda de prensa en Madrid por el director del Área de Prevención y Seguridad Vial de esta entidad, Jesús Monclús.

El estudio parte de la base del estancamiento o ligero aumento de la mortalidad en las carreteras españolas desde 2014, después de una década de descensos continuados, e incluye 24 medidas efectivas para salvar vidas en los próximos años bajo el lema ‘Objetivo Cero’, de manera que en 2030 no habría fallecidos en las ciudades y en 2050 ni en núcleos urbanos ni en las vías interurbanas.

Monclús indicó que el paquete de medidas de la Fundación Mapfre, que son propuestas aprobadas por la Comisión Europea e incluidas en los planes y estrategias de seguridad vial de otros 12 países de la UE, pretende eliminar la “tragedia” de que los accidentes de tráfico ocasionen en España cerca de 17.000 fallecidos y 10.000 heridos graves al año.

El estudio incluye la cuantificación del impacto de algunas de las propuestas de la Fundación Mapfre, en colaboración con la Asociación Española de la Carretera (AEC). Así, señala que si las vías convencionales sin desdoblar fueran tan seguras como las desdobladas, todos los años se podrían salvar 752 vidas en España, cifra que se extrae si a las carreteras secundarias se le aplicara el índice de mortalidad de las autopistas y las autovías.

Una de las medidas propuestas es fomentar las ‘vías 2+1’, compuestas por carreteras de tres carriles, de los que dos van en un sentido y uno en otro, y alternativamente van variando, algo que ya se aplica en países como Suecia, Irlanda o Alemania, lo cual evita las colisiones frontales. Esto ha permitido salvar un 36% de vidas anuales en las carreteras alemanas, lo que supondría 338 muertos menos en España.

La Fundación Mapfre apuesta por las vías desdobladas, ya que apunta que las autopistas y las autovías han permitido salvar la vida de 18.370 personas en España durante los últimos 10 años debido a su menor índice de mortalidad.

Además, la mejora continua de intersecciones, márgenes, iluminación y travesías o la eliminación de tramos de concentración de accidentes reportarían una reducción del 21% de víctimas mortales en las vías españolas.

'CONDUCTOR 2.0'

De las 24 medidas, algunas están dirigidas a las personas, como insistir en la seguridad vial, evitar las drogas y el alcohol al voltante, el ‘conductor 2.0’ (que sea solidario con los demás y no se limite sólo a cumplir las normas), impulsar la formación continua a lo largo de toda la vida adulta, investigar la relación entre el envejecimiento y la seguridad vial, prestar más atención a los beneficios de los sistemas de acceso gradual al permiso de conducción y formación en primeros auxilios.

Otras están relacionadas con los vehículos, como promover la difusión de las nuevas tecnologías con sistemas como el ‘eCall’ (llamada automática de emergencia en caso de accidente) y otros de ayuda a la conducción (como la detección de peatones, el frenado automático o la detección de fatiga en el conductor), y apoyar la renovación del parque automovilístico.

En cuanto a las vías, la Fundación Mapfre defiende que se haga una auditoría del estado y las necesidades de mantenimiento de la red de carreteras, el fomento de las autopistas frente a las carreteras convencionales y extender las líneas longitudinales sonoras para avisar de las distracciones, y sobre la velocidad, propone impulsar las zonas urbanas con 30 km/h de velocidad máxima.