Según Repsol Butano, el convenio afecta a clientes domésticos y comerciales de todo el territorio nacional, que dispondrán de financiación específica para sus instalaciones en todo el país y en las mismas condiciones, dependiendo la elección de la entidad de la voluntad del cliente.

Los plazos de amortización de los préstamos serán de 8 años para usuarios domésticos y comunidades de propietarios, y 5 años para usuarios comerciales, agrícoas y pequeñas y medianas empresas, y en ningún casos se devengarán comisiones.

Las estimaciones de Repsol y los bancos firmantes del acuerdo son que en los próximos 5 años unos 500.000 clientes de la empresas gasista podrían acogerse a esta modalidad e financición para instalar o renovar sus equipos, con una cifra de negocio bancario acumulado de unos 30.000 millones de pesetas.

Para aplicar el convenio colaboran un total de 2.000 entidades, entre distribuidores, servicios oficiales, empresas colboradoras e instaladoras homologados, que también se acogen al convenio comprometiendo un presupuesto cerrado al cliente y una garantía sobre los trabajos efectuados.