A las 12 del mediodía el féretro de Mariano Rojas fue trasladado a hombros por sus compañeros del equipo ciclista de la ONCE desde la capilla ardiente instalada en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cieza hasta la Iglesia de la Asunción, precedido por un gran manto de coronas y ramos de flores que portaban amigos y familiares del joven ciclista.

Durante la misa, el párroco d la basílica de la Asunción, que estaba totalmente abarrotada, dijo que "Mariano Rojas ha iniciado la etapa más larga de su vida, una etapa cuya meta es el cielo, a la que llegará con el 'maillot' de campeón".

Tras la misa, el féretro fue trasladado a pie por familiares y amigos hata el cementerio de Cieza, tras cubrir una distancia de 3 kilómetros, y fue enterrado junto a la tumba de su madre, que murió cuando el ciclista tenía 13 años.

Las muestras de dolor, emoción y tensión se sucedieron y lo congregados despidieron con aplausos y muestras de cariño a una de las promesas del ciclismo español.

Al entierro asistieron el presidente del Consejo General de la ONCE, José María Arroyo; el presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, Ramón Luis Valcárcel; los ex ciclistas Pedro Delgado y Marino Lejarreta, además de los componentes del Grupo Deportivo ONCE, con Laurent Jalabert, Alex Zulle y Melchor Mauri al frente, quienes se mostraron "muy afectados y emocionados" por la muerte de su compañero

También el presidente del Gobierno, José María Aznar, encargó al alcalde de Cieza, José Antonio Vergara, que transmitiera a la familia y al equipo ciclista ONCE su más sincero pésame.