Tras partir de la Estación de Autobuses de Mérida, los manifestantes recorrieron las calles emeritenses, haciendo alto e las sedes de la Presidencia de la Junta de Extremadura, Consejería de Economía, para acabar con una concentración en la Consejería de Agricultura, donde lanzaron huevos y petardos.

No obstante, la manifestación se celebró de forma pacífica y sin incidencias destacables. Los agricultores corearon frases como "¿Dónde está Solbes que siempre está de viaje?" y "Menos Bruselas y más habichuelas".

Esta manifestación es el acto final de protesta de una semana de movilizaciones para exigir que el llamad "paquete Amarillo" contra la sequía (llamado así por el apellido del consejero de Agricultura de la Junta de Extremadura) contemple nuevas medidas, ya que esta organización agraria las considera "insuficientes".

El presidente de Jóvenes Agricultores, Julián Borja, que pronunció unas palabras al final del acto, aseguró que la producción agroganadera de esta comunidad autónoma se ha visto gravemente afectada por la caída de rentas, ya que en 1991 fue del 12 por ciento en Extremadura y el 9 por ciento e el conjunto nacional.

Para Borja los problema del campo extremeño son la falta de sensibilidad de los miniterios de Agricultura y Economía, los crecientes retrasos en los pagos de las administraciones, la burocratización de la actividad agraria y la falta de agua, que ha impedido el cultivo de 70.000 hectárias.