Estas jornadas, según explicó Garralda, tienen como objetivo pedir a la sociedad y a las organizaciones no gubernamentales su colaboración para lograr la rehabilitación del delincuente.

"Horizontes Abiertos", señaló el padre Garralda, "comenzó a trabajar con voluntarios hace 17 años en la antigua priión de Yeserías, pero hoy nuestros voluntarios realizan actividades en el resto de prisiones del país".

"Nuestra organización no sólo trabaja dentro de las cárceles, sino que también desarrolla proyectos fuera de la prisión, en los que los voluntarios realizan una importante labor de acogida y acompañamiento de los internos atendidos", explicó.

Horizontes Abiertos cuenta actualmente con tres pisos para acogida de internos que no tienen posibilidad de disfrutar de permisos de fin de semana o de ses días, al no tener quién les pueda recibir. "Acogemos internos de cualquier centro penitenciario, sin examen previo, nos fiamos siempre de los equipos de tratamiento de los centros", indicó Garralda. "Sin estos pisos, muchos presos se quedarían amargados dentro de la prisión sin poder irse habituando a la libertad".

También pueden vivir en estas casas los internos que consiguen la libertad condicional, provisional o definitiva, mientras logran organizar su vida.

Por otra parte, la organización Hrizontes Abiertos cuenta con una Unidad Dependiente del "Centro Penitenciario Victoria Kent", donde terminan de cumplir condena una docena de mujeres internas. Allí trabajan, estudian y reciben un trato serio de profesionales, acompañadas por los voluntarios.

Asimismo, está en funcionamiento otra Unidad Dependiente para estudiantes que durante su estancia en prisión hayan aprobado en el curso académico al menos una asignatura en una carrera universitaria o el acceso a la Universidad para mayores de 25años.

La organización funciona económicamente gracias a las asignaciones que distribuye el Ministerio de Asuntos Sociales de los fondos del 0,5 del IRPF.

"Nuestra solución", concluyó el padre Garralda, "es, que ellos vivan en nuestras casas en las mejores condiciones de habitabilidad. En la actualidad estamos abriendo otro centro, un chalé mayor para poder atender a los que de niños se engancharon a la droga, desde jóvenes viven en las cárceles y no tienen familia ni amigos".