Un centenar de agentes de la Policía Municipalse encargarán de regular el tráfico en la zona y de controlar los estacionamientos indebidos.

Otro de sus cometidos será la vigilancia de los puestos de venta ambulante que carezcan de licencia, no sólo en las puertas del estadio sino en las calles próximas al Santiago Bernabéu, según informaron fuentes del citado cuerpo.

Los policías municipales controlarán a las personas que accedan al estadio con botellas de cristal, bebidas en envases metálicos, y objetos que sean susceptibles de ser arrojado al campo.

Por su parte, la Policía Nacional participará en el dispositivo de seguridad con unidades de caballería y guías caninos e instalará una oficina móvil de denuncias.