Según explica Arcelor en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la compañía diseñó un programa para que los empleados de 12 países se convirtieran en accionistas, cuyo periodo de peticiones transcurrió entre el 8 y el 31 de mayo de 2006.

Los 12 países donde los trabajadores controlan el 1,4% de Arcelor son España, Francia, Italia, Alemania, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Polonia, Estados Unidos, Argentina y Brasil.

El presidente de la Dirección General de Arcelor, Guy Dollé, señaló que esta operación representa "un claro voto de confianza de los empleados de Arcelor en nuestra compañía, en un momento en que la compañía es objeto de una oferta hostil".

Este hecho, en su opinión, demuestra "la solidaridad de nuestros empleados con nuestros esfuerzos para garantizar la cración sostenida de valor".

Arcelor ha puesto en marcha recientemente un proceso de fusión con la siderúrgica rusa Serverstal, a través de una ampliación de capital de 13.000 millones de euros, con el objetivo de obstaculizar la OPA hostil lanzada por el gigante anglo-indio Mittal Steel el pasado 27 de enero.