EL 50% DE LOS CONTRATOS TEMPORALES DURA MENOS DE UN MES, SEGUN DATOS DE TRABAJO

MADRID
SERVIMEDIA

El 95,9% de los contratos de trabajo que se realizaron durante el año 1996 fueron temporales y de ellos el 50% uvieron una duración de menos de un mes, según el balance sobre la evolución del empleo y la contratación durante 1996 presentado hoy en rueda de prensa por Manuel Pimentel, secretario general de Empleo.

Pimentel señaló que 1996 ha sido "un año bueno para el empleo", en el que se ha batido el récord de contrataciones, pero dijo que esta evolución no deja al Gobierno en una "situación de autocomplacencia" e insistió en que hay que seguir haciendo esfuerzos para reducir el paro. Destacó, además, el probema de la baja duración de los contratos.

En 1996, el paro registrado en las oficinas del Inem descendió en 160.859 personas, y Pimentel no se atrevió a facilitar una previsión para 1997. Se limitó a decir que las previsiones del Gobierno son que en 1997 se creen 237.000 nuevos empleos, una estimación que calificó de "conservadora" y que se mostró convencido de que se superará.

Según los datos de Trabajo, en 1996 se realizaron 8.601.119 contrataciones, lo que supone un aumento del 17,7% respecto1995. Sin embargo, Pimentel reconoció que este aumento del número de contratos no ha supuesto un descenso del paro en la magnitud que cabría esperar, debido a los tipos de contratos utilizados, la duración de los mismos y la alta rotación.

Según Trabajo, en 1996 se realizaron casi 218.000 contratos indefinidos ordinarios, a los que hay que sumar cerca de 26.500 contratos temporales convertidos en fijos, lo que en conjunto representa un 2,8% del total de contrataciones. Si se añaden los casi 110.000 cntratos a tiempo parcial indefinidos realizados, la cifra total de contratos fijos alcanza los 353.786, un 4,10% del total.

Pimentel indicó que la cifra de contratos fijos formalizados en 1996 es similar a la de 1995, aunque reconoció que se ha producido un ligero descenso. En los contratos temporales, que sumaron 8.272.761 (5.164.778 con una duración determinada y 3.108.983 de carácter indeterminado al estar ligados a la realización de ciertas obras o servicios), el gran problema es su baja duración. Así, de los contratos con una duración determinada, el 49,4% fueron por un periodo inferior a un mes, el 19,5% de uno a tres meses y el 25,24% de tres a seis meses. Sólo el 5,42% de estos contratos tuvieron una duración de entre seis y doce meses, un 0,29% de 12 a 24 meses y un 0,13% de más de 24 meses.

ALTA ROTACION

La rotación es otro de los grandes problemas del empleo en España, ya que los más de 8 millones de contratos fueron realizados a 4.391.262 personas, lo que supone una media de casidos contratos por trabajador. En concreto, al 61% de los contratados se les hizo un sólo contrato, al 22,2% dos contratos, al 8% tres, al 5,2% 4 ó 5, al 2,4% entre 6 y 10, al 0,47% entre 11 y 15 y al 0,39% más de 15 contratos.

Pimentel reconoció que este país siempre tendrá un alto índice de temporalidad en el empleo, por la importancia y características de la actividad turística, pero insistió en que hay que ir reduciendo esta tasa, que se sitúa muy por encima de la de los países de nuestro entorno. En este sentido, insistió en que la reforma laboral debe reducir las modalidades de contratos y hacer más atractiva la contratación indefinida. Indicó que los empresarios tienen "horror y pánico" a hacer contratos fijos y dijo que la reforma debe dar confianza al empresario para que contrate y que, en los momentos de crisis, haya unos costes "razonables" para todos que no pongan en peligro a la propia empresa.

No obstante, Pimentel llegó a decir que las reformas laborales "ni crean empleo ni lo detruyen", al ser preguntado sobre la posibilidad de que en 1997 pueda ocurrir lo mismo que en 1993, año anterior a la reforma laboral de 1994 y en el que se produjeron muchos altibajos en la creación de empleo a lo largo del año.

Pimentel reiteró el compromiso del Gobierno de no interferir en las negociaciones entre empresarios y sindicatos, y alentó a los agentes sociales para que la discusión "llegue a buen fin". A su juicio, el gran defecto de la reforma de 1994 es que no fue consensuada. Agregó queuna reforma pactada generaría un clima de confianza dentro y fuera del país.

(SERVIMEDIA)
23 Ene 1997
NLV