En la defensa de la moción, el portavoz de Fomento de CIU, Pere Macias, advirtió que “las dificultades presupuestarias conllevan una amenaza importante sobre la inversión pública en infraestructuras que puede tener gravísimos efectos en la ya maltrecha economía española”.

Por ello, la moción demanda a José Blanco un plan que incluya la reducción del gasto corriente, la inversión de los recursos en infraestructuras realmente productivas y que establezca claramente las prioridades del Grupo Fomento.

Asimismo, fija las prioridades en el transporte intermodal de mercancías y especialmente en el ferroviario y en terminar obras paralizadas como el desdoble de la Nacional II en Girona.

En cuanto al apoyo masivo de los diputados, Macias destacó que “es muy positivo porque marca la hoja de ruta para el pacto de Estado para la economía” y sentenció que “Fomento ya tiene los deberes hechos”.

En nombre del PSOE, Rafael Simancas, destacó que la moción “refleja con precisión buena parte de los compromisos asumidos por el Ministerio de Fomento” y señaló que el objetivo “no es invertir menos, si no hacerlo mejor y más eficientemente”.

Por el PP, María de la Concepción Santa Ana, se mostró favorable a la iniciativa porque el recorte de gasto “no puede afectar de ninguna de las maneras a las inversiones productivas del Grupo Fomento”. Pese a ello, se cuestionó que José Blanco sea capaz de cumplir los compromisos recogidos en la moción teniendo en cuenta que la licitación de Fomento cayó un 45% en 2009.

Por su parte, el portavoz de ERC, Joan Ridao, explicó su apoyo a la moción porque aunque ahora sea razonable la austeridad, “el objetivo no debe ser la estabilidad presupuestaria metida con calzador si compromete algunos estímulos fiscales o la inversión productiva”.

Finalmente, apoyaron la moción Francisco Jorquera (BNG), quien defendió que “la reducción del gasto se debe concentrar en el gasto corriente porque la inversión productiva tiene un importante impacto en el empleo y la economía”; y José Ramón Beloki (PNV), quien advirtió que “la moción se queda corta ya que podía ser más exigente y haber puesto compromisos más firmes al ministro Blanco” a quien tachó de “muy hablador y mitinero”.