En un comunicado, criticó que la Consejería de Educación sigue protagonizando una gestión pésima de la enseñanza pública, al repetir “la misma improvisación y el mismo desorden” de todos los años en el inicio de curso.

FETE-UGT Madrid aclaró que estas 3.000 vacantes son puestos que la Administración debe cubrir para todo el curso escolar y que eran conocidas ya en el mes de julio, pues fueron publicadas por la propia Administración en la Web.

No se trata, por tanto, de sustituciones de última hora que se han de realizar en caso de enfermedad y otras circunstancias, cuyo número ha de sumarse al anterior.

Por ello, el número de docentes que falta por asignar a los centros para que el curso pueda empezar con normalidad probablemente sea superior a 4.500, estimó UGT.

De las más de 3.000 vacantes conocidas desde el final del curso pasado, una parte importante debe ser cubierta por funcionarios de carrera que no tienen asignado destino y a quienes la Administración ha imposibilitado incorporarse a su puesto de trabajo el 1 de septiembre, prosiguió, y el resto de los puestos por el profesorado interino.

Este hecho se suma a “la opacidad con la que trabaja” la Consejería, que no ha publicado este año ni la plantilla orgánica de los centros educativos.

Según el sindicato, el curso podría haber iniciado con normalidad si la Consejería “hubiera dejado sus deberes hechos antes de irse de vacaciones”, es decir, si las asignaciones definitivas de destino se hubieran realizado en plazo.

De este modo los trabajadores estarían en sus centros desde el 1 de septiembre y podrían haber atendido las funciones docentes propias del comienzo, a saber, correcciones de pruebas extraordinarias en caso de Secundaria, programación, reuniones de coordinación, etc.

Por último, apuntó que si bien la asignación de vacantes de Primaria (a falta de los interinos) se realizó en el mes de julio, la asignación definitiva de las miles de vacantes de Secundaria aún no ha sido ni siquiera publicada.

Estas circunstancias, además de poner nuevamente en evidencia la precarización cada vez mayor del empleo docente en la Comunidad de Madrid, imposibilitan a los centros educativos organizar adecuadamente el inicio de curso y a los docentes realizar tareas fundamentales. En su opinión, la situación se ve además “agravada” por la implantación de la Lomce en los cursos pares de Primaria y su inicio en Secundaria.