Ante estos datos, García del Blanco exigió al Gobierno “que actúe para atajar este repunte" con medidas concretas, especialmente en los delitos basados en la orientación sexual e identidad de género de las víctimas y en los motivados por racismo y xenofobia”.

Estos representan un 40% y un 37% de todas las denuncias recibidas, y se incrementaron en 2014 un 13,5% y un 24,7%, respectivamente. “Todo hace prever que este año los datos seguirán creciendo ante la pasividad del Gobierno”, subrayó García del Blanco, quien también pidió incorporar la romofobia (odio al pueblo gitano), la islamofobia y los delitos de raíz ideológica como tipos específicos entre los motivos de denuncia por delito de odio en España.

Asimismo, recordó que a pesar de la mejora de los procedimientos y protocolos para identificar y perseguir los delitos de odio, “la propia Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) considera que entre el 60% y el 90% de las víctimas no denuncian”.

Por tanto, las cifras “son datos que señalan en qué dirección se producen los delitos, pero no la magnitud del problema en nuestro país”. Además, tildó de “especialmente preocupante” que “un 25% de las víctimas de estos delitos sean menores y más de la mitad mujeres, y que sigan siendo las agresiones sexuales el mayor tipo delictivo”.

Indicó que el Gobierno ha realizado esfuerzos en el ámbito de la recogida y protocolización de los delitos de odio, que “debemos valorar positivamente”. Sin embargo, esto “es lo único que está haciendo en esta materia, describir una situación de grave aumento de estos delitos sin impulsar medidas para atajarla”.

Hay que recordar que “España no cuenta con ninguna alta autoridad contra la discriminación y los delitos de odio ni con una ley para la igualdad de trato y la no discriminación tantas veces reclamada”, concluyó.