De este modo, el personal de la embajada española compartirá local en la sede de un Estado miembro de la Unión Europea y los costes fijados en el acuerdo serán considerablemente inferiores a los actuales y a otras alternativas valoradas.

La presencia del personal de la embajada española, en un local compartido con un país miembro de la Unión Europea, no altera el régimen de acreditación.

España mantenía abierta en Dacca una embajada en régimen de arrendamiento. Puesto que éste llegaba a su finalización, el Ejecutivo buscó alternativas en el mercado inmobiliario local, que eran más onerosas que la actual no prorrogable.