El objetivo de la campaña, realizada del 10 al 16 de agosto, fue poner fuera de la red viaria a los conductores que habían bebido alcohol o consumido droga. Los agentes realizaron un total de 158.104 pruebas, según informó este jueves la DGT.

Un total de 1.395 conductores se sometieron al test salival de detección de drogas por presentar algún síntoma de haber ingerido alguna sustancia ilegal, habían cometido alguna infracción o se habían visto implicados en un accidente, de los que 486 dieron positivo (un 35% del total), a los que se abrió un expediente sancionador por vía administrativa. Entre las drogas más consumidas estaban el cannabis (348 casos), la cocaína (154) y las anfetaminas (57).

Además, uno de ellos fue puesto a disposición judicial al presentar signos evidentes de conducir bajo la influencia de las drogas tras haberse visto implicado en un accidente.

La relación entre este tipo de sustancias y conducción se refleja también en que más de la mitad de los conductores que fueron sometidos al test salival por cometer una infracción relacionada con el tráfico y la seguridad vial (76) dieron positivo a drogas (36). “La relajación, la menor concentración, la percepción alterada o la movilidad limitada son algunos de los efectos que las drogas provocan en la conducción”, señaló la DGT.

Tráfico está incrementando progresivamente las pruebas salivares para la detección de la presencia de drogas en los conductores con el fin de que lleguen a generalizarse como las que se hacen para la detección del alcohol.

ALCOHOL

Por otro lado, un total de 156.709 conductores se sometieron a pruebas de control de alcoholemia, de los que 1.919 dieron positivo (1,2%): 1.715 detectados en controles preventivos, 86 tras haber cometido una infracción, 108 por estar implicado en un accidente y 10 por presentar síntomas evidentes de ingesta de alcohol.

Cabe destacar que el porcentaje de conductores a los que se les realizó la prueba de alcohol tras haberse visto implicado en un accidente fue de un 6%, superior a los detectados en los controles preventivos, por haber cometido una infracción o por síntomas, que se sitúa en torno al 1%

De esos 1.919 conductores que dieron positivo por alcohol, a 1.632 se les ha abierto expediente sancionador por vía administrativa, mientras que a los 287 restantes se les han instruido diligencias para su posterior traslado a la autoridad judicial por superar la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado. Además, contra ocho conductores se han abierto diligencias y han sido puestos a disposición judicial por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia.

DOS CASOS CONCRETOS

El mismo día de comienzo de campaña, agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de la Región de Murcia detuvieron y pusieron a disposición judicial al conductor de un vehículo articulado de 40 toneladas implicado en un accidente de circulación con daños materiales.

El conductor presentaba claros síntomas de encontrarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Tras realizarle dos pruebas, los agentes verificaron que superaba en seis veces la tasa máxima permitida para conducir este tipo de vehículos (0,94 y 0,91 miligramos de alcohol por litro de aire espirado).

El vehículo quedó inmovilizado y el conductor se enfrenta a las penas previstas en el artículo 380 del Código Penal: prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años.

El pasado jueves, agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil denunciaron al conductor de un autobús de transporte público de pasajeros, en el que viajaban 10 personas, por circular con una tasa de alcohol superior a la reglamentariamente establecida. La infracción fue detectada en un control preventivo de alcoholemia y drogas a la altura del kilométrico 185’500 de la carretera N-401 (Madrid-Ciudad Real), en el término municipal de Ciudad Real.

La tasa de alcoholemia registrada fue de 0’26 y 0’25 mg/l en la primera y segunda prueba que le fueron practicadas, respectivamente, por lo que le fue formulada la preceptiva denuncia por infracción muy grave al artículo 20 del Reglamento General de Circulación, que fija la sanción de 500 euros y la pérdida de cuatro puntos. Igualmente, se procedió a la inmovilización del vehículo hasta que se hizo cargo del mismo otro conductor enviado por la empresa titular del autobús.