En un comunicado, el sindicato señala que para que el objetivo de déficit de 2016 sea alcanzable, se tiene que producir el objetivo de déficit de 2015, y “a la luz de la evolución de la ejecución de ingresos de 2015, esa realidad no está garantizada”.

En el ámbito del Estado, el avance de liquidación de los ingresos por impuestos directos se sitúa un 5% por debajo de lo presupuestado, por lo que “resulta un poco difícil creer en un incremento para 2016 de un 6,8% en los impuestos directos, que además si se calculan sobre el presupuesto del 2015 suponen un 1,5%”.

El sindicato señala que junto a las permanentes bajadas de impuestos, que desequilibran cada vez más el sistema tributario, la principal medida de lucha contra el fraude “parece ser la publicación de obligados tributarios morosos, tratando de hacer confundir las situaciones económicas de dificultad con la evasión fiscal”.

Por ello, UGT mostró su preocupación por el hecho de que el Ejecutivo “trate de vender un escenario futuro increíble, muy lejos de la realidad que viven los ciudadanos y los trabajadores”.

“Lejos de rectificar, se mantiene en su posición, ignorando la actual situación de España, amenazada por la nube de la crisis griega, las fuertes incertidumbres sobre la unidad europea y la aún débil demanda de consumo en España por la caída de las rentas”, reprobó.

EL ESCENARIO REAL

La organización abogó por una reforma integral de la fiscalidad, con un IRPF “más justo y con mayor capacidad recaudatoria”, con una acción decidida contra el fraude fiscal, y que sirva para poner las bases de un nuevo sistema productivo. “Nos encaminamos hacia un sistema basado en bajos costes laborales en el que prima el empleo precario, temporal y a tiempo parcial”, advirtió.

A su juicio, el escenario real actualmente en España exige la reactivación del consumo de las familias, que permita crear empleo y recobrar los niveles de renta perdidos. “UGT apuesta por unos PGE centrados en las personas y el empleo, que permitan una salida más equilibrada y más justa de la crisis y con reformas de calado para hacer la economía española más competitiva y más sostenible a largo plazo, basada en la mejora de la productividad y el valor añadido, la generación de empleo de calidad y la mejora de nuestro Estado de Bienestar”, agregó.