La revolución industrial acabó con 1.800 años de enfriamiento oceánico

- Según el CSIC

MADRID
SERVIMEDIA

Un aumento en la frecuencia y magnitud de las erupciones volcánicas ocasionó enfriamiento paulatino de la temperatura superficial del mar durante 1.800 años, pero esta tendencia se detuvo con la llegada de la revolución industrial.

Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado un estudio internacional con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) publicado en la revista 'Nature Geoscience'.

Los resultados de este trabajo proporcionan una nueva perspectiva al estudio de las variaciones de temperatura en la superficie del océano a escala regional y global antes de la aparición del cambio climático antropogénico, esto es, aquel que depende de la actividad humana.

Según la investigadora del CSIC Belén Martrat, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua, la tendencia al enfriamiento detectada tanto en las observaciones llevadas a cabo en tierra como en el mar en la época pre-industrial “era robusta, sobre todo en el último milenio”.

Este proceso fue revertido por un calentamiento estadísticamente significativo en los dos últimos siglos”, lo que coincide con el inicio de la revolución industrial.

De acuerdo con el estudio, las temperaturas más bajas a lo largo de los 1.800 años de enfriamiento oceánico se produjeron sobre todo hacia la última parte del periodo que en tierra firme se conoce como la Pequeña Edad del Hielo (aproximadamente del siglo XVI al XVIII), con consecuencias documentadas históricamente en las sociedades europeas.

“Sabíamos que a corto plazo las erupciones volcánicas tienen un efecto refrigerante sobre la atmósfera, y ahora nuestros resultados muestran que, cuando esta actividad se produce de manera más frecuente, ese efecto refrigerante se prolonga en el océano”, afirmó Helen McGregor, de la Universidad de Wollongong, en Australia.

Los investigadores han llegado a estos resultados al combinar por primera vez 57 estudios previos sobre la evolución temporal de la temperatura superficial oceánica estimada a partir de materiales fósiles marinos extraídos de sedimentos acumulados de forma uniforme en los fondos oceánicos.

Los resultados se compararon posteriormente con datos obtenidos mediante indicadores terrestres, como los anillos de los árboles o los testigos de hielo.

Para observar las tendencias a largo plazo, la información fue agrupada en tramos de 200 años, y se analizaron varios factores que podían afectar a la temperatura de la superficie oceánica como la actividad solar, los cambios en los parámetros orbitales terrestres, los usos de la tierra, la actividad volcánica y los gases de efecto invernadero.

De todos ellos, la actividad volcánica se reveló el factor más determinante para reproducir la tendencia que coincidía con las observaciones”, apunta Martrat.

MIRAR AL FUTURO

La señal de enfriamiento detectada en los registros marinos muestra el modo en que actúa el océano como regulador del clima, pues en comparación con la atmósfera este puede absorber grandes cantidades de calor.

A consecuencia de ello se retrasa sustancialmente el calentamiento del clima de la superficie, para después actuar como emisor de ese calor.

"Todavía estamos aprendiendo sobre el papel de los océanos como mediadores en las variaciones climáticas", afirma Mike Evans, de la Universidad de Maryland (Estados Unidos).

"Por eso, la detección de los factores que cambiaron las temperaturas del océano en el pasado nos abre una ventana hacia la comprensión de los cambios climáticos inferidos para los próximos siglos", concluyó.

(SERVIMEDIA)
18 Ago 2015
AGQ/man