Según informó hoy la Guardia Civil, las principales víctimas solían ser turistas británicos, nórdicos y escandinavos en estado de embriaguez, ya que así les resultaba más fácil engañarlas para obtener los códigos de seguridad de las tarjetas o para realizar una serie de cobros consecutivos de elevado importe, puesto que estas personas tardan más tiempo en percatarse de que han sido víctimas de una estafa. Tras conseguir los 'pines', las clonaban gracias a unos dispositivos disfrazados como datáfono.

Fruto de lasinvestigaciones, que siguen abiertas, por lo que no se descartan nuevas detenciones, se averiguó que los relaciones públicas de algunos establecimientos registrados, trataban de introducir en los locales de forma insistente a los potenciales clientes. Para conseguirlo, en algunas ocasiones, llegaban a rozar la violencia física mediante agarrones y empujones, incluso se han dado casos en los que los turistas han llegado a zafarse de malas maneras para evitar ser introducidos en los clubs.

Por último, se registraron dos locales de alterne propiedad del líder de la organización, un español con antecedentes que regentaba un conocido gimnasio de la zona, además de realizarse inspecciones administrativas en varios establecimientos del mismo tipo en Magalluf. La Guardia Civil se incautó de datáfonos y clonadores simulados en los mismos, copiadoras de 'pin', equipos de grabación y recibos de TPV.