Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, Linde explicó que esta incertidumbre, máxime en momentos de oscilaciones cíclicas acusadas, “exigirá efectuar en lo que queda de este año y en 2016 un seguimiento de la recaudación que permita identificar riesgos de desviación y reaccionar a tiempo para impedir que éstos se materialicen”.

Según el gobernador del Banco de España, las previsiones de un crecimiento del PIB del 3,3% proyectada por el Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2016 son “factibles”, aunque se encuentren “ligeramente” por encima de las realizadas por la institución.

El responsable del supervisor señaló que “es razonable prever que la mejora de la situación cíclica y la reducción de los tipos de interés de la deuda pública tengan un efecto directo positivo sobre las cuentas públicas”.

En todo caso, quiso dejar claro que “eventuales desviaciones a la baja en el crecimiento o un encarecimiento del coste de financiación, dificultarían y harían más exigente el proceso de consolidación fiscal”.

Para Linde, el cumplimiento de los compromisos de consolidación fiscal “sigue siendo la mejora ancla para preservar la credibilidad”, además de para estabilizar en nivel de deuda pública y su posterior reducción.

En este sentido, recordó, resulta necesario el cumplimiento de estos compromisos con el “mismo grado de rigor” en todos los niveles de la Administración. Por ello, subrayó que la Ley de Estabilidad Presupuestaria cuenta con instrumentos para lograrlo.