Según informó Exteriores, estos países mostraron su preocupación por los informes que indican que los terroristas han bombardeado zonas de la ciudad densamente pobladas, al tiempo que han cometido actos indiscriminados de violencia con el propósito de aterrorizar a la población.

En ese sentido, convocaron a todas las partes presentes en Libia que “aspiran a una nación unificada y en paz” a unirse a los esfuerzos para combatir la amenaza planteada por “los grupos terroristas transnacionales que explotan a Libia para sus propios fines”.

Del mismo modo, reiteraron su apoyo al proceso dirigido por el representante especial del secretario general de la ONU para Libia, Bernardino León, al tiempo que insistieron en que “no hay solución militar al conflicto político en Libia y sigue preocupándonos el diario empeoramiento de la situación económica y humanitaria” y su disposición a “apoyar la aplicación de un acuerdo político que garantice que un Gobierno de Acuerdo Nacional y sus instituciones puedan funcionar eficazmente y hacer frente a las urgentes necesidades del pueblo libio”.