Durante un acto de presentación de candidatos celebrado en Ronda (Málaga), Arenas postuló al PP como el partido que ha de gobernar en tiempos de crisis, "de tragedias familiares en torno al paro y de desánimo". Pero, de momento, abogó por colaborar señalando los errores que comete el Gobierno, presentando "a diario propuestas y alternativas” y apoyando al Gobierno cuando decida "en la buena dirección”.

Para argumentar la supuesta experiencia en acuerdos del PP, enumeró: "Pactamos con los ayuntamientos un nuevo sistema de financiación; también con todas las comunidades autónomas; con el PSOE el Pacto por la Libertad y contra el Terrorismo.

Pactamos con sindicatos el sistema de pensiones y fomentamos una reforma laboral consensuada con sindicatos y empresarios". Por ello, se negó a que el PSOE le dé lecciones en esta materia.

"Nosotros vamos a ayudar con todas las consecuencias", insistió el dirigente popular, pero pedimos que se nos deje ayudar, que se acabe el engaño, se termine la propaganda y se empiecen de verdad "las reformas que España necesita". Como prueba de que el PP es "un partido de fiar", esgrimió el que en el País Vasco haya apoyado a Patxi López como lehendakari "sin obtener nada a cambio", y se preguntó qué habrían hecho los socialistas en su lugar.

Sobre la reforma de las pensiones, Arenas dijo que los populares han dicho a los pensionistas que van a "dar la batalla, porque, le guste o no le guste reconocerlo al Gobierno de Rodríguez Zapatero, hoy se están recortando y bajando las pensiones en España, a los más débiles, a las personas mayores". Por ello, concluyó: "Hoy, Zapatero, Chaves y sus equipos significan en España menos empleo, más impuestos y recortes sociales".

El vicesecretario del PP dijo que, cuando fue nombrado ministro de Trabajo en 1996, se encontró un agujero de 500.000 millones en la Seguridad Social, y pidió al PSOE que no vuelva a las andadas y se le "ocurra poner en marcha ninguna medida" que "suponga un recorte de pensiones o que se haga al margen del Pacto de Toledo".