Los magistrados han tenido en cuenta a la hora imponer la pena, la concurrencia de parentesco, como circunstancia agravante; con anomalía psíquica, como circunstancia eximente incompleta y con la confesión, como circunstancia atenuante.

La condenada es una mujer de nacionalidad española que el 24 de diciembre de 2013 trató de deshacerse de una niña a la dio a luz en solitario. El tribunal impone además que indemnice a su hija, Lucía, con más de 63.000 euros por las lesiones producidas y las secuelas que han dejado a la niña.

Los jueces consideran probado que la mujer alumbró en el cuarto de baño del domicilio familiar donde convivía con sus padres, tres hermanos y dos hijos suyos de 8 y 5 años de edad. Tras cortar el cordón umbilical, envolvió al bebé de tres kilos en un pantalón y lo arrojó por la ventana a un patio interior desde una altura de 1,70 metros.

Alarmada por la fuerte hemorragia, la madre de la encausada la atendió, aunque en ningún momento supo que su hija había dado a luz. El padre la trasladó a un hospital. Una hora después, la madre salió al patio interior del edificio y se encontró con un bulto que se movía. Tras comprobar que se trataba de un bebé dio aviso inmediato a los servicios de emergencia.

Los sanitarios encontraron a la niña en parada cardiorespiratoria e hipotermia profunda, por lo que de no haber sido atendida de inmediato, habría muerto. La niña arrastra importantes secuelas de desarrollo y se encuentra en acogimiento antes de formalizarse una adopción.

La madre padece un retraso mental moderado que afectó a su capacidad de valorar de forma plena y en su justa dimensión el alcance de los hechos cometidos, aunque esta circunstancia no anula sus facultades ni su voluntad. Contra esta resolución cabe interponer recurso de casación ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo en el plazo de cinco días desde su notificación.