El director adjunto de Frontex destacó este martes, en declaraciones a Onda Cero, la gran crisis a la que se enfrenta el planeta ante los fenómenos migratorios que se concentran, en mayor medida, en el Mediterráneo. En este sentido, señaló que la crisis migratoria en Europa “no es nueva”, pero remarcó que se alcanzaron cifras récord durante el año pasado, “el más crítico”, al llegar a superar los 625.000 refugiados.

Los conflictos armados, señaló, son en gran medida causantes de este fenómeno migratorio. “Las nacionalidades predominantes son Siria, Afganistán y Eritrea. Un tercio del total de los inmigrantes de este año sería beneficiario del estatuto de refugiados”, dijo, aunque añadió que “este año hay más inmigrantes subsaharianos, que son más bien emigrantes económicos”. Sin embargo, aclaró que “la naturaleza de esos flujos son principalmente de refugiados por situaciones de guerra”.

FALTA DE MEDIOS MATERIALES Y HUMANOS

“De poco nos sirve que nos tripliquen el presupuesto si no tenemos barcos o guardias de frontera en los que utilizar ese dinero”, denunció Gil Arias.

Ayer se conoció la contratación de empresas privadas por parte de Frontex para controlar la ruta migratoria entre Libia e Italia en el Mediterráneo, según explicó la agencia de fronteras, por la falta de implicación de los Estados miembro.

Asimismo, Gil Arias subrayó que han pedido recaudar medios y “la respuesta ha sido decepcionante”. “Hay una cierta contradicción: los políticos acuerdan reforzar capacidades, pero a la hora de hacer efectivo ese refuerzo, no lo conseguimos”, se lamentó.

ENDURECIMIENTO DE POLÍTICAS MIGRATORIAS

Más de un millar de inmigrantes intentaron entrar el lunes en el eurotúnel –que comunica Francia y Gran Bretaña (GB) a través del Estrecho de Calais- desde la terminal gala. Para Gil Arias, el problema en el Canal de la Mancha se debe a que “el Reino Unido no participa de la política migratoria de la Unión Europea”, lo que convierte a dicho paso en una nueva frontera dentro de Europa.

“Una de las consecuencias del espacio de libre circulación” (Tratado de Schengen) es que “facilita movimientos que, en ciertas circunstancias, las autoridades de los Estados de la UE no desean”. Gran Bretaña, consciente de que los inmigrantes se dirigen a los países con políticas más generosas con los refugiados, “está endureciendo las políticas de inmigración”, apuntó Gil Arias, y aseveró que “veremos efectos drásticos en las políticas migratorias en Reino Unido".