Del Álamo indicó, ante la ola de grandes incendios forestales de las últimas semanas, que los fuegos provocados por las personas “causan daños a la vida, a los bienes y al medio ambiente que se pueden evitar”.

A la vista de los grandes incendios de este verano, Del Álamo destacó en un comunicado la necesidad de actuar en dos direcciones: en la búsqueda de beneficios y en la investigación de sus causas y la persecución del incendiario. “Siempre insistimos en que el monte rentable no arde. El monte ha perdido su aprovechamiento tradicional y se dan situaciones de abandono que provocan su estado actual”, añadió.

En este sentido, apuntó que el aprovechamiento y la gestión forestal sostenible permiten la mejora del rendimiento del monte y, por tanto, un aumento en el interés por su conservación.

“Debemos hacer un esfuerzo por importar menos madera y aprovechar mejor la que nos ofrecen nuestros bosques. Tenemos que aprovechar mejor nuestros recursos e incentivar el uso energético de la biomasa forestal, que es una ventana al futuro de nuestros montes. Su utilización como fuente de energía limpia permite un mayor rendimiento económico del monte, la creación de empleo rural y una disminución del combustible forestal que evitará futuros incendios forestales”, explicó.

"EL ESFUERZO MERECE LA PENA"

Respecto a la investigación de los motivos de los incendios, Del Álamo indicó que “en las últimas semanas hemos llamado la atención sobre la necesidad de ejercer un mayor control sobre las condiciones en las que se trabaja en las zonas agrícolas colindantes con los montes”. “Varios de los grandes incendios de este verano han sido producidos por maquinaria que no se ha utilizado correctamente”, apostilló.

“Tenemos que pensar que la mayoría de los incendios se pueden evitar y que el esfuerzo merece siempre la pena y nos beneficia todos, pues todos disfrutamos de los bienes y servicios ambientales que producen los montes”, concluyó.