En la rueda posterior a la celebración este martes en Madrid de la segunda jornada de la cumbre de la ONU contra el terrorismo, centrada en la ‘Detención del flujo de combatientes terroristas extranjeros’, Fernández Díaz destacó que la lucha contra el terrorismo es una “prioridad” para el Gobierno de España y uno de los “principales vectores” de su acción exterior.

En ese sentido, el ministro celebró que la celebración de esta reunión en Madrid reconoce que España es “un ejemplo a nivel mundial de que es posible derrotar al terrorismo”, al tiempo que explicó que es esencial respetar el “testimonio cívico y ejemplar de las víctimas del terrorismo. En esto, España es para la ONU una referencia para proteger a las víctimas del terrorismo en el ámbito social y económico”.

"COSIFICACIÓN DE LAS VÍCTIMAS"

Fernández Díaz expuso que uno de los objetivos de los terroristas es la “cosificación de las víctimas”, lo que supone “tratarlas como si fueran cosas que hay que destruir porque se oponen a su régimen totalitario. Se hace imprescindible la necesidad de humanizar a las víctimas para elaborar una contranarrativa contra Daesh que utiliza la propaganda de manera espectacular”.

Desde su punto de vista, España, por desgracia, por nuestro triste pasado, puede jugar aquí un papel esencial. Hemos sabido extraer del mal el bien. Nuestro corpus legislativo es un referente internacional.

Por otra parte, Fernández Díaz cifró en 126 el número de “desplazados”, 25 retornados identificados, 15 de los cuales están en prisión. De esos 126, describió, 25 han fallecido (inmolados o muertos en combate) y 15 están sometidos a órdenes de detención o entrega y 10 se encontrarían todavía en libertad.

Por último, el ministro recordó la leyes aprobadas por España en la materia, entre las que se encuentran la creación del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco) y el Plan Estratégico Nacional de Lucha contra la Radicalización Violenta. También aludió al 'pacto de Estado' suscrito entre el Gobierno y el PSOE para la lucha contra el terrorismo internacional, al tiempo que reivindicó la necesidad de que la UE se dote del Registro de Nombre de Pasajero (PNR, en sus siglas en inglés) para “prevenir e investigar as futuros terroristas”.