Así se pronunció Margallo en Madrid, en la rueda de prensa posterior a la celebración de la cumbre de la ONU contra el terrorismo, centrada en la 'Detención del flujo de combatientes terroristas extranjeros' y que tuvo lugar hoy en el Palacio de El Pardo.

El titular de Exteriores se refirió, en esta convocatoria, al hecho de que este lunes llamara a consultas al embajador de Venezuela en España, Mario Isea, por las declaraciones del presidente de su país, Nicolás Maduro, contra el jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, al que tildó de “sicario”.

En ese sentido, el ministro aclaró que la convocatoria de Isea no se produjo por las palabras de Maduro sobre la aprobación de la Ley de Seguridad Ciudadana, sino por unas “expresiones enormemente injuriosas e inaceptables”.

Del mismo modo, Margallo advirtió que ese tipo de lenguaje “no contribuye a mejorar las relaciones entre ambos países y que yo lamento por el pueblo venezolano, que no merece que sus dirigentes se expresen de esa manera hacia otros países”.

"ACEPTAMOS OBSERVACIONES"

El ministro quiso dejar claro que España es un país que respeta los derechos humanos, al tiempo que aseguró que “estamos dispuestos a aceptar cualquier observación que venga de terceros países y si es asumible e inteligente la adaptamos a nuestra legislación”.

Esto le sirvió para expresar que “lo mismo debe hacer Venezuela cuando este país tiene un largo camino por recorrer en materia de Derechos Humanos”, tal y como lo atestigua, apuntó, el Comité contra la Tortura de la ONU, el Comité Especial de Derechos y Libertades de Naciones Unidas, el Alta Comisionado de ONU sobre Derechos Humanos o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Además, Margallo sostuvo que “Venezuela no tiene, que nos conste, una invitación permanente sobre relatores de Derechos Humanos. Nosotros sí”.

Por último, el jefe de la diplomacia lamentó que un grupo de senadores españoles no pudieran reunirse con los líderes opositores venezolanos Daniel Ceballos y Antonio Ledezma.