El Obispado de Cádiz no permitió ejercer de padrino de bautizo a Alex Salinas, un chico transexual de 21 años, porque acogiéndose al Código de Derecho Canónico (ley que regula la legislación dentro de la Iglesia Católica) considera “no idóneo” "su estilo de vida, criterios o incongruencia con la vida cristiana y las disposiciones de la Iglesia".

“Desde el Observatorio Español contra la LGBTfobia consideramos que aunque legalmente no puede ser denunciado como un hecho discriminatorio al regularse por la normativa interna de la Iglesia Católica, sí nos parece que es éticamente reprobable desde todo punto de vista”, destacó Paco Ramírez, director del Observatorio.

Ramírez consideró esta prohibición “incongruente" y denunció que es "una situación degradante y humillante para una persona que legalmente es hombre ante la sociedad, además de ser católico practicante, por lo que parece que lo que molesta es sencilla y llenamente que sea una persona transexual”, concluyó Ramírez.

Por esto, desde el citado observatorio invitan al obispo de Cádiz y a la Conferencia Episcopal de España a que "reconsideren esta injusta prohibición".