La Asociación Nacional para la Defensa de los Animales (ANDA), uno de los colectivos que firmaron la solicitud, denunció que “muchos elefantes africanos mueren a mano de los cazadores furtivos para abastecer el mercado asiático de marfil”, destinado en gran medida al mercado chino, según manifestaron.

Desde esta ONG explicaron que la demanda del marfil es incentivada por el que, supuestamente, procede de “ventas legales de lotes del llamado marfil legal, previo a la convención que prohibió su venta”, lo cual, denunciaron, convierte a Europa en el principal exportador de este tipo de marfil en el mercado internacional.

Desde las organizaciones denunciantes esta prohibición es una acción necesaria para limitar la actuación de los traficantes ilegales y salvaguardar la población de elefantes africanos. Según denuncian estas asociaciones animalistas “esta situación contraviene la Declaración de Londres en Febrero del 2014”, en el que la Unión Europea se comprometió a reducir la demanda de marfil y otros productos derivados de animales salvajes.