El ferrocarril sigue siendo la infraestructura que acaparará una mayor inversión, con un total de 4.318,23 millones, lo que supone un incremento algo inferior al 5%. De la inversión en ese medio de transporte, 21 millones corresponderán al Estado (igual que en 2015) y los restantes 4.297,23 millones a entes públicos y sociedades mercantiles dependientes.

Por su parte, las carreteras recibirán una inversión de 2.205,68 millones, casi un 5,5% más que en 2015. De esa cuantía, 1.766,36 millones corresponden al Estado y 439,32 millones a entes públicos.

La inversión aeroportuaria será de 543,76 millones, una cifra similar a la de este ejercicio, con una aportación estatal de 8,74 millones y por parte de los entes de 535,02 millones.

En puertos, los PGE prevén una partida de 878,34 millones, con un incremento algo superior al punto porcentual, de los que el Estado representa 3,1 millones y los entes públicos 875,24 millones.

Además, los presupuestos contemplan 1.252,25 millones para infraestructuras hidráulicas (un descenso de más del 20% respecto a 2015), 251,01 millones para infraestructuras de costas y medioambientales (cerca de un 13% más) y 43,22 para otras infraestructuras.