Según informó Exteriores, el Gobierno manifestó que este tipo de decisiones “en unos momentos de incremento de la tensión regional pone en serio peligro y no hace más que obstaculizar la reanudación de las negociaciones entre las partes que promueva una solución pacífica, global y permanente sobre la base de dos estados, Israel y Palestina”.

Por último, el Ejecutivo reiteró su posición, compartida con la Unión Europea y el conjunto de la comunidad internacional, sobre la “ilegalidad” de todos los asentamientos.