La organización que agrupa a 260.000 periodistas europeos señala en un comunicado, publicado en la web de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), que Berlusconi ha puesto con esta medida "el último clavo en el ataúd de la libertad de prensa" en su país.

Se trata, según la FEP, de una medida "absurda" justificada en que los debates políticos en la pequeña pantalla se convierten en tribunales electorales. Sólo supone, a juicio de la FEP, "un intento escandaloso e inexcusable para interferir en la radiodifusión y hace que la posibilidad de la discusión política y el debate sea imposible", en palabras del presidente de la FEP, Arne König.

Los trabajadores de la RAI han amenazado con ir a la huelga si la RAI no da marcha atrás en esta suspensión que ha partido en el Parlamento del Partido Radical y que ha contado con el respaldo de la formación de Berlusconi. La suspensión se aplicará desde el 28 de febrero hasta el 28 de marzo, cuando se celebren las elecciones regionales del país.

Según la FEP, los periodistas en Italia están "cada vez más impacientes" y demandan a los políticos europeos que exijan a sus homólogos italianos que respeten la libertad de prensa.