El artículo 85.2 del reglamento que fija el funcionamiento de las entidades locales, según recoge Servimedia, establece que

“en lugar preferente del salón de sesiones estará colocada la efigie de S. M. El Rey”.

Hernando, que compareció en rueda de prensa en la Cámara Baja para valorar la retirada del busco del rey Juan Carlos del Salón de Plenos del consistorio barcelonés, reclamó a Colau que “se deje de montajes” y atienda a los “problemas reales” de los ciudadanos de Barcelona y “cumpla con la ley”. No es más que una “falta de respeto institucional y de mala educación”, denunció.

Para el portavoz socialista, la acción del equipo de gobierno municipal responde a una escenificación porque mientras por la mañana Colau estaba con “el hijo”, por la visita de Felipe VI, por la tarde “se quitaba el busto del padre”.

Además, recriminó que se hizo convocando a las cámaras y con todo preparado ya que estaba la caja en la que luego guardaron la escultura así como que se llegó, dijo, incluso a ensayar la escenografía.

Hernando se preguntó en qué beneficia este asunto a los barceloneses y recordó a las unidades populares que ahora tienen poder institucional que, cuando se es elegido, hay que dejar “al margen” la ideología, se debe uno comportar como alcalde y, por tanto, “representar a todos”.

El dirigente socialista también criticó que el portavoz del PP en el consistorio, Alberto Fernández Díaz, haya colocado en el lugar del busto un retrato del actual Rey y le pidió que “no entre en el juego” de quitar y poner símbolos “unilateralmente” sino que se limite a pedir que se cumpla la ley.

LICEO Y MERCÉ

Por otra parte, Hernando aplaudió la decisión de Colau de renunciar al palco del Liceo reservado para el Ayuntamiento, y que costaba cada año 108.000 euros, porque es un gasto “excesivo e innecesario” y un “privilegio sin ningún tipo de justificación”.

En cuanto a la decisión de la alcaldesa barcelonesa de no asistir a la tradicional misa que se celebra en las fiestas de la Mercè, se limitó a respetar esta posición de Colau.