Según el análisis, elaborado por Juan Ramón García y Camilo Andrés Ulloa, el aumento de la ocupación provocó una reducción notable de la tasa de paro, hasta el 22,4%, a pesar de la mejora de la población activa.

El diagnóstico positivo se mantiene cuando se corrige la estacionalidad propia del trimestre: todos los sectores crearon empleo, sobre todo los servicios, aunque en menor medida de lo que apuntaba la afiliación a la Seguridad Social.

En contrapartida, la agricultura y la industria evolucionaron algo mejor de lo que adelantaban los registros, mientras que la construcción se comportó en línea.

La creación bruta de empleo en el segundo trimestre de 2015 se debió al incremento del número de ocupados en el sector privado, tanto de asalariados como de trabajadores por cuenta propia.