Según informó este miércoles la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), las ventas cerraron el semestre en 16.125,6 millones de euros, por encima de los 15.185,4 millones de un año antes (+6,2%).

En concreto, el negocio de generación y clientes obtuvo unos ingresos de 11.108,1 millones, un 2,4% más. En la actividad de redes subieron un 18,4% (hasta 4.174,3 millones) y en renovables lo hicieron un 18,1% (1.345,8 millones).

Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la eléctrica se situó en 3.794,5 millones de euros hasta junio, un 5,7% más. Desde el grupo subrayaron que esta mejora del Ebitda está impulsada por el negocio internacional, que aumenta su resultado un 20%.

La producción neta de energía de Iberdrola fue de 69.081 gigavatios hora (Gwh), un 5,3% menos. Por el contrario, la capacidad instalada subió un 0,8%, hasta 45.429 megavatios (MW).

La energía eléctrica distribuida por la compañía aumentó un 1%, hasta 96.693 Gwh. La cifra de usuarios de electricidad (puntos de suministro gestionados) aumentó un 0,9% y en gas lo hizo un 0,5%.

Además, las inversiones crecieron un 8,6%, hasta alcanzar 1.302 millones de euros en los seis primeros meses del año, de los que un 52% se ha destinado a crecimiento.

Mientras, la deuda de la compañía se situó en 26.201 millones de euros en junio, frente a los 25.619 millones de diciembre de 2014.

De cara a lo que resta de año, Iberdrola mantiene sus previsiones para cerrar el ejercicio 2015 con una mejora del Ebitda y del beneficio neto recurrente. Además, prevé seguir invirtiendo alrededor de 4.000 millones de euros al año para impulsar una nueva etapa de crecimiento.