En un encuentro informativo organizado por Nueva Economía Fórum y presentado por el presidente de UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, Espadaler expuso las pretensiones de su formación ante las elecciones del 27 de septiembre y los motivos por los que concurre en solitario después de décadas formando coalición con CDC.

Al ser preguntado por la presentación de la candidatura unitaria encabezada por Raül Romeva, aseguró que su expresión “rotunda” sobre sus intenciones es un motivo más para que los catalanes sepan que tienen otras opciones “que generan algo más de seguridad” y que no prometen “imposibles” sino que tienen voluntad y capacidad de diálogo para superar una situación “a la que no deberíamos haber llegado nunca”.

Si las candidaturas independentistas y de unidad popular son las que toman la iniciativa tras las elecciones, alertó, “tenemos un problema muy grave”, porque será “imposible la gestión del país” en la medida en que son opciones con “pareceres muy distintos, muy opuestos y muy insolubles” en cuanto a las medidas a tomar para resolver los problemas de los ciudadanos.

PRESCINDIR DE CiU

Explicó que UDC es hoy “lo más parecido” a lo que siempre fue CiU: un partido nacionalista catalán, reformista, con voluntad de comprometerse con la gobernabilidad de España desde esa catalanidad, y profundamente europeísta, y al hilo de esa reflexión invitó a los dos grandes partidos españoles, PP y PSOE, a reflexionar sobre las consecuencias de “prescindir” de CiU y desoír su voz cuando sus escaños no son necesarios.

Su condición de nacionalista catalán y la inspiración humanista socialcristiana son “irrenunciables e indisociables”, aseguró, y por todo ello aspira a un reconocimiento de Cataluña como sujeto político pero jamás hará “nada que pueda situar a Cataluña fuera de la Unión Europea”. Por el mismo motivo, considera la forma del autogobierno no un fin en sí mismo, sino un instrumento para alcanzar otras prioridades, como ese reconocimiento y la cohesión social que preserve la dignidad de toda persona.

Espadaler explicó que UDC intentó “hasta el último momento” condicionar el rumbo que iba tomando CDC, y la relación se terminó por ambas partes cuando la formación de Mas optó por ERC asumiendo parte de sus postulados y declarando que su objetivo es la independencia “sí o sí” incluso declarada de forma unilateral.

VALIDADA "SÍ O SÍ" EN URNAS

Junto a otros objetivos, como la recuperación económica y la cohesión social, Espadaler reconoció que la relación de Cataluña con España será objeto central de debate en la campaña electoral, y en ese sentido precisó que el objetivo de UDC es lograr el reconocimiento de Cataluña como “sujeto político dotado de capacidad decisoria” a partir del diálogo, preservando la seguridad jurídica, transformando el marco legal desde su interior, y sobre la premisa de que toda solución “debe ser validada sí o sí por los ciudadanos de Cataluña”.

Ante el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, presente en el encuentro informativo, Espadaler subrayó que el paso del tiempo y la “judicialización del problema” no ha proporcionado ninguna solución, sino que ha contribuido a “agravarlo” aún más. Criticó abiertamente la ausencia de “contrapropuestas” por parte del Ejecutivo y el “permanente acoso” a las decisiones de la Generalitat y del Parlamento de Cataluña.

En el actual marco de relaciones, sentenció, el Estado “no da respuesta satisfactoria a las necesidades de Cataluña como país” y se avanza hacia una “desaparición como comunidad nacional”, lo cual UDC no está dispuesta a aceptar. Todas las partes, dijo, deben asumir que el pacto constitucional se quebró tras la sentencia sobre el Estatuto y superar esa situación requiere un diálogo para el cual su formación es “el único interlocutor válido”, toda vez que CDC ha decidido secundar a ERC y PP y PSOE tienen una posición “subordinada” a intereses estatales que les resta margen de maniobra.

Tampoco lo son Ciudadanos, dijo, por su “hostilidad” hacia los planteamientos en los que se basa la identidad nacional catalana, ni Podemos, cuyas propuestas se basan en postulados “populistas” que aparentan tener “soluciones simples a problemas complejos”.

Espadaler alertó de que la expresión independentista en Cataluña no es coyuntural ni pasajera, como tampoco lo es el “sentimiento mayoritrio de maltrato”, y advirtió de que “menospreciar” al 42% de los catalanes que se dicen partidarios de la independencia sería un error similar al de pretender declarar la independencia de forma unilateral.