Un avión de guerra antisubmarina participará en la nueva misión en el Mediterráneo

MADRID
SERVIMEDIA

Un avión P-3 Orion del Ejército del Aire perteneciente al Ala 11 con base en Morón de la Frontera (Sevilla), similar al que participaba en la Operación Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico, participará en la misión europea en el Mediterráneo EUNAVFOR MED contra las mafias que trafican con inmigrantes que fue aprobada el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados, con el respaldo de 301 votos a favor, uno en contra y 14 abstenciones.

Según confirmaron a Servimedia fuentes militares, el avión de guerra antisubmarina que se integrará en la nueva misión será similar al que se encuentra en Yibuti participando en el Destacamento Orión que tiene como objetivo realizar labores de reconocimiento y vigilancia marítima en el mar Rojo y en el golfo de Adén, dentro de operación Atalanta de la UE contra la piratería en el Índico.

Estas mismas fuentes aseguraron que la idea prevista, todavía pendiente de ratificación por parte del Ministerio de Defensa, es que el avión, que tiene una autonomía de entre seis y siete horas de vuelo, desempeñe su labor despegando y aterrizando en la propia base de Morón, por lo que no sería necesario que se integrara en una tercera instalación militar.

Esto supondría que no sería necesaria que un grupo de militares participara ‘ad hoc’ en la misión, sino que se produciría una suerte de rotación entre los miembros del Ala 11. Aunque ésta, sostienen las fuentes consultadas, es una decisión que todavía está pendiente de ratificación.

Si bien, en el momento de pedir autorización al Congreso para este operativo, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, afirmó que "este avión operará desde la base italiana en la isla de Sicilia, concretamente en Sigonella".

NUEVA MISIÓN

Durante su intervención en la Cámara Baja Morenés remarcó que la misión fundamental de la operación militar, cuyo coste para España será de 15,3 millones de euros por un año, es “interrumpir el ‘modelo de negocio’ de las redes de tráfico ilícito y trata de personas, mediante procedimientos sistemáticos para identificar, capturar y eliminar embarcaciones y medios utilizados o a disposición de los traficantes”.

El ministro, como ya aprobara el Consejo de Ministros días antes, dijo que está prevista la participación durante un año de un máximo de 12 militares del Ejército del Aire y de la Armada en el Cuartel General activado en Roma y en el Cuartel General de la Fuerza embarcado establecido en el portaaviones italiano 'Cavour'.

Apuntó que dependiendo de la evolución de la situación y el posible avance a las sucesivas fases de la operación, la participación española podría incluir la contribución con medios marítimos, de apoyo o aéreos hasta un máximo de 250 efectivos. Este número, detalló, sólo se alcanzaría si se decidiese desplegar un buque de tipo fragata.

TRES FASES

El ministro detalló que la misión europea contará con tres fases “bien diferenciadas”: La primera, que “por el momento es la única que se puede poner en marcha”, se llevará cabo en aguas internacionales y supondrá el apoyo a la detección y seguimiento de las redes de migración, a través de la recopilación de información y las patrullas en alta mar y aéreas.

Sobre esta cuestión, “ante posibles dudas” aclaró que “los Estados pueden interceptar, si lo autoriza el Estado de abanderamiento, los buques sospechosos de tráfico ilícito de migrantes y así, adoptar las medidas adecuadas con respecto a estos buques, las personas y la carga que transportan”.

La segunda fase, a la espera de la Resolución del Consejo de Naciones Unidas, se subdividirá en dos etapas: primera, orientada al abordaje, registro, incautación y desvío en alta mar, y segunda en abordar, registrar, incautar y desviar en alta mar, mar territorial o aguas interiores.

La tercera, necesitaría asimismo de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas o el consentimiento del Estado ribereño.

Esta fase consistiría en adoptar todas las medidas necesarias contra cualquier embarcación sospechosa, en las condiciones establecidas en dicha resolución o con el consentimiento del Estado ribereño en su territorio.

La transición entre fases estará sujeta “no solamente a su cobertura legal, sino también al control político”.

Sólo en 2014, los migrantes ahogados en estas aguas de los que se tiene conocimiento alcanzaron la cifra de 3.500. En ese mismo año, 170.000 personas tuvieron que ser rescatadas por los distintos servicios aeronavales involucrados. En lo que va de 2015, los fallecidos son casi 1.500.

Por último, el ministro detalló el coste de la misión de 15,3 millones de euros y remarcó que los gastos derivados de la participación española en esta operación se financiarán con cargo a la rúbrica presupuestaria “Participación de las FAS en Operaciones de Mantenimiento de la Paz”.

(SERVIMEDIA)
20 Jul 2015
MST/MML/gfm