El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, se encargó de defender este acuerdo suscrito por el Gobierno porque trae tres beneficios para España: “aumentar la seguridad, reforzar el anclaje con EEEU y traer bienestar y empleo a la zona cercana a la base”.

En seguridad, señaló que “lo que está ocurriendo en la vecindad sur, es la amenaza más seria que España ha tenido y tiene en muchísimo años”. A su juicio, “lo más preocupante” es la situación en Libia, y señaló que “lo más peligroso que a España le podría ocurrir es que Libia se convirtiese en una especie de Afganistán con petróleo, en una plataforma de exportación del terrorismo a todo el norte de África y Oriente Medio”.

Por tanto, Margallo destacó que no hay “ninguna amenaza mayor” que esta y que los “intereses de España están directamente afectados por lo que ocurra en el norte de África”, por lo que se trata de “intereses nacionales”.

La política exterior española, añadió, si quiere transitar por sus ejes “tradicionales y clásicos” requiere de “dos anclajes firmes”: la Unión Europea y EEUU. Por ello, indicó que el Gobierno quiere “una España fuerte, en una Europa fuerte con una fuerte alianza con EEUU”, al tiempo que remarcó que desde el punto de vista de la seguridad, la relación con EEUU es la “más importante” que mantiene España.

Por ello, confesó que le produce una “gran satisfacción” que EEUU decidiese que el aumento temporal de hace unos años se haya convertido en permanente, máxime cuando estuvo “barajando” la posibilidad de que esta fuerza se asentara en otro país, lo cual conllevaría que la posición de los españoles a nivel internacional en cuestiones de seguridad y defensa se hubiese visto “minorada”.

El ministro destacó que el convenio va aparejado con un memorando de entendimiento (MOU) “colateral” en el que se prevé una inversión de 29 millones de dólares, lo cual “necesariamente” se traducirá en “más empleo” en la zona.

Animó a la aprobación del texto porque es “capital” desde el punto de vista de la seguridad de España y de los intereses, “vital” para el “anclaje bilateral” con EEUU y porque “sólo puede traer beneficios en término s de riqueza y empelo a la zona”.

La enmienda prevé, tras consultas previas entre Estados Unidos y el Gobierno de España, un incremento de las capacidades de forma rápida y temporal de 800 efectivos y 14 aeronaves de la Fuerza Especial de Respuesta a Crisis en Morón .

Contrario a este acuerdo se posicionó el portavoz de la Izquierda Plural José Luis Centella, que se encargó de defender la enmienda a la totalidad a este acuerdo. El diputado de Izquierda Unida insistió en que la plantilla española de Morón de la Frontera "tiene un futuro incierto, porque crecen los marines y disminuyen los trabajadores españoles".