La parlamentaria nacionalista recuerda que el pasado 13 de enero el pesquero Bermeotarrak IV arribó a la ría de Arousa para descargar atún congelado para una conservera de la comarca. Sin embargo, el juez decretó el embargo del buque por dos deudas de unos 400.000 euros de la casa armadora, la empresa vasca Pebertu S.A.

Fernández Davila denuncia que “este embargo provocó que los 25 tripulantes del buque -5 gallegos, dos vascos y 18 marineros africanos de Senegal, Costa de Marfil y Ghana- lleven casi un mes cerrados en el buque en condiciones difíciles para evitar perder los salarios que les adeuda la empresa”.

La situación es especialmente grave en el caso de los marineros africanos que no pueden regresar a sus países de origen. La diputada del BNG advierte de que “la situación es tan precaria que los tripulantes tuvieron que recurrir a Cáritas para abastecerse de alimentos, agua y ropa de abrigo”.

Aunque en un principio la embarcación permaneció fondeada en la ría de Arousa, el pasado 26 de enero la Autoridad Portuaria de Vilagarcía autorizó al pesquero a atracar en el puerto ante el mal estado del mar y la falta de combustible y agua.

La diputada insiste en que “no es la primera vez que los marineros tienen que sufrir el calvario de permanecer varios meses en sus barcos ante las dificultades económicas de la casa armadora”. Pone como ejemplo el caso de los marineros del barco ruso Sunny Jane, abandonado por sus dueños, que permanecieron dos años en el puerto de Ribeira (A Coruña).

Por eso, denuncia que en estos casos los marineros son "las principales víctimas, ya que no pueden cobrar sus salarios y, en caso de ser extranjeros, se ven imposibilitados muchas veces de regresar a sus países de origen”.

Ante esta situación, Fernández le pregunta al Gobierno si no considera necesario, por razones humanitarias, tomar medidas para ayudar a los marineros del Bermeotarrak IV, como la repatriación a sus países de origen.