Esta es la principal conclusión de un estudio dirigido por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), que por primera vez analiza las preferencias cromáticas en este colectivo.

Según la universidad, aproximadamente el 2% de los varones padece dicromatismo rojo-verde, un trastorno en el que uno de los tres tipos de conos de la retina pierde su función por causas genéticas, lo que altera la percepción cromática. Se trata de uno de los tipos de daltonismo más severo y, al igual que los leves, en muy raras ocasiones afecta a las mujeres.

En la investigación participaron 32 hombres y mujeres sin alteraciones en la visión del color y otros 32 varones dicrómatas rojo-verde. A todos ellos les mostraron diferentes estímulos cromáticos de un abanico de 35 tonalidades, donde los colores aparecían de manera individual en una pantalla de ordenador y los participantes debían denominarlos en voz alta y expresar su preferencia por cada uno de ellos.

Publicados este lunes en la revista PNAS, los resultados de este trabajo revelan que las personas con el mecanismo rojo-verde más afectado prefieren matices amarillos, al contrario que aquellas sin alteraciones en la visión del color, que se decantan por los azulados.

El estudio también destaca que la facilidad a la hora de denominar un color influye en su preferencia, aunque solo en varones. El daltonismo influye en el día a día de quienes lo sufren de forma muy diferente, en función del grado de afectación.

En los casos más leves muchas personas ni siquiera se dan cuenta de ello, mientras que en los más severos, las dificultades se hacen patentes sobre todo en el ámbito educativo.

Por eso, los expertos recomiendan mayor información hacia los menores daltónicos y hacia los profesores, para que sepan adaptar sus clases. En España y otros países, algunos trabajos como el pilotaje de aviones están además prohibidos para daltónicos.