Fuentes de Cruz Roja Española confirmaron a Servimedia que la FICR "ha aceptado liderar" esta área de ayuda después de que la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), de la ONU, anunciara el pasado 4 de febrero un cambio en las labores de coordinación a la respuesta de emergencia por el seísmo de Haití.

No obstante, fuentes de la FICR indicaron a esta agencia, desde Ginebra (Suiza), que esta institución tiene encomendada internacionalmente la coordinación en materia de refugio desde que las agencias de la ONU, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y las grandes ONG consensuaron después del tsunami de 2004 la llamada "reforma humanitaria" para coordinar mejor la ayuda internacional ante un desastre.

La FICR prevé instalar unas 40.000 casas prefabricadas y ayudar a alrededor de 600.000 haitianos sin hogar. Concretamente, Cruz Roja Española enviará en las próximos semanas unos 600 módulos de alojamiento temporal para proporcionar alojamiento a las personas que han perdido sus viviendas en el terremoto.

Se trata de módulos de 18 metros cuadrados, fáciles de montar y fabricados con materiales resistentes que pueden unirse entre sí para formar centros comunitarios, escuelas, etc.

El liderazgo de la FICR en materia de alojamiento se produce ante una revisión de la estrategia internacional para ayudar a Haití y antes de que comience la temporada de lluvias y de huracanes.

Inmediatamente después del terremoto, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a petición del coordinador de Ayuda Humanitaria de la ONU, John Holmes, asumió el papel principal en la coordinación de los organismos de ayuda encargados de la provisión de refugio, artículos no alimentarios y gestión de los campamentos.

Desde ahora, la OIM cede a la FICR la coordinación de la provisión de refugio y artículos no alimentarios, pero continúa llevando coordinando la gestión de los campamentos temporales.

Entre 0,9 y 1,1 millones de haitianos, la gran mayoría de ellos de Puerto Príncipe, se quedaron sin hogar tras el terremoto, según datos de evaluación realizados por la OIM con 55 organizaciones asociadas.

La estrategia de vivienda liderada por la OIM se centró en que los haitianos permanecieran cerca de sus hogares y crear un número limitado de asentamientos temporales fuera de Puerto Príncipe, aunque esta última posibilidad se consideraba como último recurso porque otras crisis anteriores demostraron que crear grandes asentamientos temporales fuera de las comunidades crearon problemas sociales e inseguridad.