La ONG alertó este jueves en un comunicado de la difícil situación que atraviesa Sudán del Sur, país que celebra hoy el cuarto aniversario de su independencia, siendo el Estado más joven del mundo. El conflicto enfrenta a dos etnias -dinka y duner- desde el inicio de la guerra civil en diciembre de 2013.

A este conflicto se suma el que existe al otro lado de la frontera con Sudán, fundamentados ambos en la lucha por el control de los recursos naturales, concretamente el petróleo, según explicó Entreculturas. Desde entonces, el conflicto y la inseguridad alimentaria en Sudán del Sur han desplazado forzosamente a más de 2,2 millones de personas, entre ellas 730.000 refugiados que han huido a países limítrofes como Uganda, Etiopía, Sudán o Kenia.

Aproximadamente un millón y medio de sursudaneses siguen desplazados en el interior de su país. Esta situación no parece ralentizarse, pues, según estimaciones del Programa Mundial de Alimentos, unas 300.000 personas habrán huido del país a finales de 2015.

Para Entreculturas, la ayuda humanitaria, incluyendo las oportunidades de educación y el apoyo psicosocial, son esenciales para la protección de la vida y para la construcción de un mundo más justo. Naciones Unidas estima que unos 4,6 millones de personas se enfrentan a la inseguridad alimentaria grave en este país. A esto se suma una reciente expansión de un brote de cólera, que ya ha dejado 32 muertos y más de 700 casos detectados.

"Las consecuencias (de la guerra) son terribles: reclutamiento de niños y niñas soldado, violencia, pobreza, recursos limitados, infraestructuras casi inexistentes… La supervivencia es muy dura y difícil, y las personas afectadas por el desplazamiento viven bajo la continua amenaza de la hambruna", asegura la organización humanitaria.

Para Entreculturas, es esencial priorizar esfuerzos diplomáticos y ejercer presión sobre el Gobierno y grupos armados de Sudán del Sur, con el fin de acordar un alto el fuego inmediato.

Asimismo, la ONG quiere "generar sensibilización e incidencia pública para garantizar que la ciudadanía española no olvide y que comprenda y apoye las propuestas de vínculo y solidaridad con las poblaciones más vulnerables".