La organizacion ecologista publicó hoy el informe 'El verano que no queremos que ocurra. Seis ingredientes para un cóctel explosivo en materia de incendios forestales', un documento en el que reflexiona sobre la posibilidad de que se repitan veranos como los de 1994 o 1985, los dos peores años de la estadística forestal española, que comienza en 1961.

El documento enumera algunas de las causas más frecuentes de los incendios, como son las chispas producidas por maquinaria agrícola y forestal; la falta de gestión forestal preventivas; los fenómenos meteorológicos extremos, debido al cambio climático; el aumento de la cada vez más difusa línea que separa la superficie forestal con urbanizaciones y viviendas fuera de los núcleos rurales; la acumulación de combustible; los recortes en gestión forestal, prevención y extinción de incendios; así como la precarización laboral y privatización del colectivo dedicado a la extinción de incendios.

Por ello, el informe demanda una gestión más activa del paisaje que tienda a la imitación a pequeña escala del régimen natural de incendios, es decir, a través de las quemas prescritas y controladas; la explotación forestal; extracción de biomasa para uso energético, o la ganadería extensiva.

La ONG entiende que son necesarios ecosistemas forestales y paisajes más resilentes al fuego y a los escenarios del cambio climático, además de un mayor apoyo a las Fiscalías de Medio Ambiente en el esclarecimiento y persecución del delito de incendio forestal.

También considera fundamental que en la cumbre del clima de París, el próximo mes de diciembre, se alcance un tratado internacional ambicioso y vinculante que tenga como objetivo evitar que las temperaturas globales aumenten por encima de los 2 ºC, o incluso 1,5 ºC.