El dispositivo preparado por la DGT para este verano con el fin de velar por la seguridad y la fluidez de la circulación en las carreteras comienza mañana, viernes, y concluirá el 31 de agosto.

Tráfico espera que en este periodo haya 81,5 millones de trayectos de largo recorrido por carretera (38,3 millones en julio y 43,2 millones en agosto), lo que supone un 3,85% más que los 78,5 millones del año pasado y el volumen de desplazamientos más elevado desde 2011.

La operación contará con cuatro grandes momentos (del 3 al 5 de julio, del 31 de julio al 2 de agosto, del 14 al 16 de agosto y del 28 al 31 de agosto), así como dispositivos especiales durante los fines de semana.

Este verano será un periodo especialmente crítico en las carreteras españolas porque coincidirán un aumento en el número de desplazamientos de largo recorrido de ciudadanos que quieren disfrutar de sus vacaciones fuera de casa (81,5 millones de trayectos largos) y la edad del parque de vehículos (13,2 años cuando hay algún fallecido).

Además, en julio y en agosto se espera un incremento de turistas extranjeros, con 1,8 millones de vehículos que se desplazarán por las carreteras españolas, y habrá cerca de 600.000 vehículos de ciudadanos que cruzarán la península hasta el norte de África en el marco de la ‘Operación Paso del Estrecho’.

RADARES MÓVILES

Una de las principales novedades del dispositivo veraniego de Tráfico es que se harán públicos cerca de 1.500 tramos de carreteras secundarias donde habrá radares móviles, es decir, agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil que vigilarán la velocidad con vehículos apostados de forma visible en las vías. Se trata de tramos elegidos por su alta accidentalidad o porque en ellos hay un alto número de infracciones por velocidad excesiva.

Los guardias civiles tienen instrucciones de dedicar hasta el 80% de su tiempo a vigilar la velocidad en las carreteras secundarias, donde se producen alrededor del 80% de los accidentes de tráfico mortales en España.

Además, la DGT hará una campaña del 6 al 12 de julio con el fin de vigilar las condiciones de los vehículos que circulan por las carreteras, puesto que el riesgo de fallecer o sufrir una lesión con hospitalización aumenta con la antigüedad del coche.

Y pondrá en marcha una campaña intensiva de vigilancia y control de alcohol y drogas al volante, que coincidirá con la semana en la que más fiestas se celebran en España (en torno al 15 de agosto), por lo que los guardias civiles harán controles preventivos de estas sustancias a cualquier hora del día.

Para que los conductores puedan circular con seguridad y fluidez, la DGT instalará carriles reversibles y adicionales con conos en los momentos de mayor afluencia circulatoria y tramos en determinadas carreteras; paralizará algunas obras y restringirá la circulación de vehículos de mercancías peligrosas y transportes especiales en determinados tramos, horas y días, y diseñará itinerarios alternativos en función del origen y destino del viaje a realizar para que los conductores no pasen por la zona centro, que es la que más tráfico genera.

Estas medidas se llevarán a cabo gracias al trabajo de los 10.000 agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, 600 funcionarios y personal técnico especializado, empleados de empresas de conservación y personal de los servicios de emergencias.