A propósito de la controversia abierta ayer por el gobernador del Banco de España, Luis Linde, al asegurar que los pensionistas españoles perderán poder adquisitivo de forma inexorable si no combinan la pensión pública con un plan privado, el director general del organismo, Albert Vergés, aseguró que es necesario "abrir un profundo debate a nivel político y social sobre las reformas estructurales necesarias para garantizar la viabilidad futura del sistema de pensiones".

En su opinión, el debate sobre la viabilidad y sostenibilidad a futuro del actual sistema público de pensiones es real, a la vista de los cambios demográficos y la situación de déficit de las cuentas públicas, y estamos asistiendo a un cambio de paradigma en el que empieza a valorarse la contribución directa de los ciudadanos en la financiación de una serie de servicios de garantía pública.

En este sentido, Albert Vergés consideró necesario fomentar un cambio de actitud y comportamiento de los ciudadanos hacia el ahorro y la planificación de la jubilación para que adopten una mayor responsabilidad en la garantía de su nivel de ingresos tras finalizar su vida laboral.

"Empezar a ahorrar cuando antes, de forma constante y sistemática, es la mejor forma de asegurarse una buena situación económica cuando llegue el momento de la jubilación", subrayó el director general de la Fundación Edad&Vida.

La institución considera que hay otras muchas iniciativas que se pueden poner en marcha para impulsar el ahorro previsión por parte de los ciudadanos como, por ejemplo, mejorar la información que reciben los ciudadanos sobre sus expectativas de ingresos tras la jubilación, clarificar las aportaciones que realizan tanto ellos como sus empleadores y mejorar la información sobre los productos de ahorro previsión existentes en el mercado.

La Fundación Edad&Vida cree igualmente necesaria una reforma estructural del sistema de pensiones, de modo que se realice una transición desde el actual sistema de reparto hacia otro mixto de reparto y capitalización, en el que esa capitalización se sustancie mediante aportaciones de los ciudadanos a un plan de pensiones personal o de empresa como sucede ya en otros países europeos.