Así lo explicó este miércoles a los medios Jaime Bosch, del Museo Nacional de Ciencias Naturales, en un encuentro previo a la presentación oficial de cinco Proyectos Cero sobre Especies Amenazadas que organizan el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Santander Universidades y la Fundación General CSIC.

Según Bosch, en las últimas décadas se han perdido más de 200 especies de anfibios y sus poblaciones están en regresión en todo el planeta. Una de sus principales amenazas son las enfermedades causadas por el movimiento de animales y otros patógenos (hongos, bacterias...) que realiza el ser humano, explicó, ya sea por comercio internacional, por motivos de investigación (reintroducción de especies) o de forma accidental en el transporte.

De ahí la importancia del proyecto titulado 'Erradicar el hongo que está diezmando los anfibios es posible', realizado por expertos del Museo Nacional de Ciencias Naturales en colaboración con el Gobierno balear.

Gracias a él, “por primera vez en el mundo hemos conseguido erradicar un patógeno externo de varias poblaciones de anfibios en la isla de Mallorca”, explicó.

En concreto, han logrado acabar con un hongo procedente de Sudáfrica que se introdujo en Baleares cuando hace años se quiso recuperar las poblaciones anfibias, y que casi acaba por completo con el sapo balear.

“Hasta hace poco pensábamos que la principal amenaza para los anfibios era la destrucción de su medio”, con lo que si se lograban aislar ciertas poblaciones estas quedarían a salvo, indicó. Sin embargo, “vimos que no existen fronteras para estos patógenos, que además al recombinarse genéticamente con otros autóctonos se vuelven más mortales y resistentes”.

"Algunos de ellos causan una mortalidad superior al 90%, y por eso resulta tan importante el proyecto que hemos llevado a cabo en Baleares", destacó Bosch.

Este consistió en capturar a todos los ejemplares de las poblaciones de anfibios y limpiar bien sus ecosistemas, para lo que “utilizamos helicópteros para mover grandes cantidades de renacuajos”.

Con una dotación de 1.100.000 euros procedentes de Santander Universidades, las cinco iniciativas presentadas hoy tienen por objetivo contribuir a la conservación de la diversidad y ofrecer respuestas científicas innovadoras con este propósito.

En la jornada también se presentaron los resultados de un programa de la Estación Biológica de Doñana para la caracterización del genoma del lince como clave para su conservación; la reproducción en cautividad de la patella ferruginiea (una lapa del Mediterráneo en peligro de extinción) llevada a cabo por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales; un simulador desarrollado por el Centro Tecnológico Forestal de Cataluña para armonizar las explotaciones agrarias con la supervivencia de las aves esteparias, y una herramienta del Real Jardín Botánico encaminada a predecir las posibilidades de supervivencia de cinco especies vegetales.