Estos datos, manejados por la Ejecutiva Federal del PSOE, sirven de guía a quienes desde dentro del partido reclaman "gobernar para la parte de la sociedad con la que el Partido Socialista tiene un compromiso", al y como dijo el presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.

El predominio de obreros manuales entre la militancia del PSOE ha sido constante desde la transición, si bien la proporción ha sufrido altibajos entre el 54%, la cifra más alta registrada en 1980, y el 40,6%, la más baja, en 1983.

Estos datos confirman, según un miembro de la Ejecutiva socialista, que el calificativo de "obrero" se sigue ajustando a la naturaleza del partido y que por tanto deberá ser tenido en cuenta a la horade diseñar la política del Gobierno.

La teoría de que el Ejecutivo "tiene que administrar para todos, pero tiene que gobernar para la parte de la sociedad con la que tiene un compromiso", expresada por Ibarra, queda reforzada por la estadística sobre los afiliados del PSOE y es compartida por el sector 'guerrista', que se presenta ahora como recuperador de las señas de identidad del socialismo y de la izquierda.

En 1993, los asalariados eran el 84% de los 334.305 militantes socialistas. Los cuadrs directivos de empresas son sólo el 2,1%, cifra que, aun siendo baja, es el doble de la registrada en 1980.

Entre las enmiendas presentadas al 33 Congreso del PSOE algunas contradicen la valoración que hace el sector 'guerrista' de la composición de la militancia. Sevilla, Córdoba y Huelva, agrupaciones vinculadas a las tesis 'renovadoras', aseguran que "no existen ya partidos obreros aunque el PSOE sea el partido de los trabajadores, en el que millones de ellos se sienten representados y defendidos.Ni siquiera el interés de clase puede quebrar nuestra autonomía estratégica, independiente de intereses económicos y corporativos".

Los profesionales y técnicos por cuenta ajena han mantenido una cuota de en torno al 4% durante los últimos 13 años, mientras que funcionarios y docentes son el 16,7%. Los funcionarios tuvieron una afiliación masiva entre 1986 (9,1%) y 1989, cuando alcanzaron el 11,9%. Los profesores siempre se mantuvieron alrededor del 3,5%, hasta el pasado, que alcanzaron el 7%.

Enel grupo de los no asalariados, los empresarios y autónomos son el 11,6%, más de 3 puntos por debajo de la cifra de 1980. La afiliación entre los propietarios agrícolas también ha descendido del 4% en ese año al 2,9% actual. Los profesionales independientes son el 1,5%.

INCORPORACION DE LA MUJER

Durante la última década la incorporación de la mujer al PSOE ha sido espectacular. Sin duda, ha sido el grupo de mayor crecimiento dentro del partido. En constante ascenso desde 1980, en que sólo suponían e 9% de la militancia, hasta 1993, en que alcanzaron el 23% del total.

Durante la década pasada el PSOE ha intentado arbitrar medidas para favorecer la incorporación de la mujer tanto al Partido Socialista como a las instituciones y órganos de dirección. Para ello, el 31 Congreso socialista aprobó el establecimiento de una cuota mínima del 25% de presencia femenina en sus listas electorales, dirección del partido y Gobierno, que no se ha llegado a cumplir a la perfección, pero que demuestra la voluntadde favorecer la integración.

Varias de las enmiendas que se discutirán en el 33 Congreso propondrán el aumento de esta cuota mínima para la mujer y reclaman el cumplimiento estricto de la misma en todo los ámbitos de la vida pública.

El análisis por edades de la militancia del PSOE demuestra que los menores de 30 años se afilian cada vez menos al partido. Si en 1980 eran el 15% de la afiliación, ahora sólo son el 14%, después de un descenso continuo desde el 19,3% alcanzado en 1983.

Los que ienen entre 30 y 40 años son los más fieles al partido. En el 80 suponían el 24% del total y ahora son el 26%. Cambios al alza se han registrado entre los cuarentones, quienes comenzaron acaparando el 19% de la afiliación y en 1993 fueron el 23%.

El grupo de entre 50 y 60 años descendió en los últimos 13 años del 20% al 15% y los mayores de 60 sostienen una proporción estable dentro del PSOE del 22%, que en 1980 era del 23%.